martes, 27 de octubre de 2009

Resumen 2a parte. El material impreso: un viejo medio en el marco de proyectos educativos actuales (Lipsman, 1995).

Con la revolución tecnológica, la idea de la tecnología educativa también ha evolucionado, incorporándose nuevamente los textos impresos, buscando una mejora en su calidad y en su análisis. La autora cita a Litwin, y retoma dos variantes del papel que los docentes atribuyen a los textos impresos:
  1. Creación de la tecnología educativa para la escuela: elaboración de materiales impresos para la enseñanza sistemática, utilizando las tecnologías de información especializadas.
    a. Manuales dirigidos a un nivel educativo particular, elaborados por las editoriales que cuentan con pedagogos, expertos en contenidos, diseñadores gráficos, correctores de estilo, etc.
    b. Materiales que se confeccionan en el interior de las escuelas: elaborados por los docentes para atender aspectos particulares a cada cultura, tipo de institución y materia (cuadernillos de trabajo, guías de ejercicios).
  2. Recuperación de producciones: material periodístico, cultural y científico de publicaciones para incorporarlas a las actividades escolares, enriqueciendo la clase del docente.

Sabiendo que la tecnología por sí misma no mejora la calidad educativa, se propone no dejar de lado el material impreso, mediante un enfoque cognitivo que ayude a disminuir la problemática de la comprensión de textos, involucrando al docente para que establezca guías de análisis y actividades orales que sirvan de puente entre el texto y la comprensión del alumno. Esto debe realizarse también mediante una capacitación de los profesores y una organización de los materiales sueltos en cuadernillos, con sus correspondientes citas, entre otras acciones.


Por último, nos recuerda que la lectura es fundamental para el desarrollo de los procesos sicológicos superiores del individuo, pues la lengua escrita primero depende de la lengua oral y luego se independiza, y nos recuerda que desde la aparición de la imprenta se ha modificado el modo del pensamiento. El libro, como objeto de producción y comprensión, es irremplazable sencillamente porque la lectura no tiene reemplazo.


Referencias bibliográficas:
Martínez, L. (S.F.). Los libros de texto en el tiempo. Recuperado el 23 de octubre de 2009 desde http://biblioweb.dgsca.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_29.htm
Lipsman, M. (1995). El material impreso: un viejo medio en el marco de proyectos educativos actuales. Recuperado el 23 de octubre de 2009 desde http://204.153.24.32/materias/ETIE/BATIC_10010/lecturas/bases_23.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario