lunes, 26 de octubre de 2009

Resumen: Métodos de instrucción: La cátedra

La cátedra ha sido un método de instrucción ampliamente criticado. Se le acusa de muchas cosas. En términos del marco conversacional de Laurillard (1993), la cátedra tradicional no es interactiva ni adaptativa; tampoco promueve la reflexión en los estudiantes, pues sólo el profesor puede expresar su concepción del mundo. Aunque este tipo de aprendizaje ha sido llamado centrado en el profesor ya que es él quien tiene el control del proceso, el alumno es el que se ve sobrecargado cognitivamente. En efecto, el alumno debe hacer explícita la estructura implícita en el discurso del profesor, afrontarlas y verificar que esto sea compatible con lo que el profesor dijo. Estas redescripciones hechas por el alumno no recibirán retroalimentación hasta que se entregue alguna tarea o ensayo, o se resuelva algún examen. Paradójicamente, la cátedra siguie siendo uno de los métodos de instrucción más utilizado.
La cátedra con retroalimentación. Cuando por razones de tiempo, costo logística, ect., la cátedra se convierte en el mejor método de instrucción que está a nuestro alcance, indiscutiblemente debe mejorarse el nivel discrusivo. La retroalimentación consta de tres fases consecutivas, las cuales se repiten cíclicamente: presentación de información, monitoreo de la comprensión y exploración de relaciones

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